Ella no respondió.
Una brisa soplo otra vez y ella tembló levemente. Karim se dio cuenta de que estaba tiritando. Se saco la capa y se la puso encima. -Eres muy sensible al frio
-Odio el frio- admitió ella agradecida del cambio de tema. Pero al quitarse la capa, el rey dejo al descubierto algo más -estas herido…- sus ojos mostraron dolor -puede ser grave… yo…
¿Desde hace cuánto lo tenía? ¿Cómo se lo hizo? ¿Cómo podía estar herido de esa manera y no actuar de acorde a eso?
-Caminabas bien… y te veías… ¿Quién…?
El joven rey sonrió suavemente – me conmueve ver que te preocupas por mí.
-Debemos…-ella intento moverse, pero el rey la detuvo. -tenemos que curarte… debemos…
-Estoy bien -murmuro -¿me detendrías sino lo quisieras?
-¿Qué?
Entonces el rey se inclinó hacia ella con la intención de volver a besarla, pero ambos olvidaban que no estaban solos. No era el momento para sincerarse o hablar de cosas del corazón ahora.
El rey Karim reacciono rápidamente cubriéndola. Se levantaron rápido ad