412. SALIDA DEL REINO ELEMENTAL
NARRADORA
Sacó los viejos papeles de registros con retratos de los empleados.
Ese hombre en particular era el que más le interesaba, la mujer se lo señaló como el cuidador de la hermana de la Duquesa.
Alzó sus ojos con disimulo para cerciorarse, mientras más lo comparaba, más se le parecía.
¡Esto era una bendición, qué buena suerte!
Sin embargo, cuando se fue a levantar, reparó en que el hombre ya no estaba solo, lo acompañaba otro señor que llegó en algún momento.
Frunció el ceño y se volvió a acomodar, pensando en cómo abordarlo.
Necesitaba que estuviese solo, este tema era muy delicado.
Preparó incluso el dinero para sonsacarle información de su ex paciente.
Todos sus esfuerzos fueron en vano.
Los vio a ambos levantándose de la mesa y dirigirse con rapidez al exterior de la taberna.
Rosendo guardó todo en su bolsa con premura, dejó las monedas sobre la mesa y echó a correr para no perderlos de vista.
Salió por la puerta de madera de vaivén que crujía al abrirse y cerrarse bruscamen