238. CÓMPLICE DE TUS JUEGOS
DRACOMIR
Sabía muy bien lo que estaba tramando.
Cómo no darme cuenta si tampoco es que lo estuviese disimulando mucho.
—Mmnn… Sshh…
Con las manos en la boca y los dientes apretados intentaba silenciar los sonidos excitados que escapaban de mi garganta.
Mis ojos entrecerrados por el placer miraban en blanco hacia el escenario.
Una cabellera castaña subía y bajaba entre mis piernas y mi falo estaba siendo succionado por esa devoradora de cordura.
“Vicky… sshhh… mi amor, suave… joder… aah”
Gruñía desesperado en su mente.
Los gemidos acuosos, eróticos y ahogados de su boca resonaban en medio de la oscuridad.
Mis pupilas afiladas miraron a ese hermoso rostro sonrojado.
Mi polla brillando en saliva y presemen salía y entraba cada vez más rápido de sus labios rojos.
Me aferraba con tanta fuerza al reposabrazos que mis garras salieron a dejar marcas en la madera.
—Mnnn… maldición, Victoria… Aah, qué rico, mi amor… —cerré los ojos y mascullé en voz baja.
Estaba perdiendo por completo la