172. DOS CONTRA DOS
NARRADORA
Los musculosos brazos de Aldric luchaban en un pulso contra los de Khalum.
Sus patas se hundían en la tierra, pero ninguno cedía, rugiéndose como salvajes, atacándose con mordiscos quita-trozos.
Khalum estaba estático, prisionero del ataque del abuelito, y sentía el peligro venir sobre su cabeza.
Silas saltó en el aire con la bruma ondeando a su alrededor, la mitad de la cara cubierta en runas malditas, su expresión mortal…
Agarrando la guadaña sobre su cabeza como un verdadero mensajero de la muerte.
Su túnica negra ondeó con el viento y Khalum entendió que lo habían llevado a una trampa.
Parecían no trabajar juntos, pero sí se confabularon para apresarlo.
¡Perdería ante ellos!
“¡NADIE ME VA A SEPARAR DE MI LYRA!”
Entró en modo salvaje on.
¡BOOM!
La punta de la enorme guadaña se hizo añicos al chocar con un escudo de energía verde que explotó del cuerpo de Khalum.
Lanzó a Silas unos metros más allá y cayó de pie sobre la rama de un árbol.
Miró los fragmentos negros que