113. IMITANDO A AIDAN
NYX
Pero él no quiso besarme más y solo me empujó con suavidad.
Caí de nuevo en la manta y mis tobillos fueron tomados con dominación.
Me encontré en una posición vergonzosa, con las piernas abiertas y flexionadas.
— Aidan, ¿qué vas a hacer?... Espera —me quise incorporar, pero él colocó una mano sobre mi vientre, impidiéndome resistir.
Se metió bajo mi falda y comenzó a subirla, dejando mis muslos expuestos con la correa de la daga atada en el derecho.
Su lengua acariciaba mi piel temblorosa, subiendo hasta ese sitio que palpitaba y se contraía desesperado por ser acariciado.
Vi los cabellos platinados sumergidos entre mis piernas, escalofríos recorrieron mi columna vertebral al sentirlo olfateándome mi intimidad profundamente.
—Mnnn... —empujé la punta de los pies sobre la manta cuando esa lengua pervertida dio un lengüetazo en toda mi hendidura empapada en jugos.
—Mi príncipe, aah…
Sus dedos toscos apartaron la tela de la braga a un lado, exponiendo a su mirada lobuna mi coño cach