112. SUEÑOS PROHIBIDOS
NYX
“Me he perdido, no puede ser que quedara tan lejos… ¿Isabella me dio bien las indicaciones?”
Hablaba conmigo misma… o sea, en medio del bosque profundo y, por mucho que volaba a todos lados… ni un asentamiento de gallinas encontré, menos de hombres lobo.
—Uf, aún no estoy al cien —murmuré cuando mis botines tocaron la hierba y me masajeé un poco los músculos de los hombros y el cuello.
Las alas desaparecieron con un toque de magia.
—Creo que descansaré aquí —miré a mi alrededor; era un pequeño espacio despejado entre robustos árboles.
Expandí mis sentidos y no encontré nada peligroso cerca. El sol se perdía en el horizonte y ya casi tenía la noche sobre mi cabeza.
“Ggrrr” De repente las tripas me sonaron.
—Si llego a saber que pasaría todo el día perdiendo energía, hubiese traído algo de comer.
Torcí la boca, pensando en si yo era mala con las instrucciones o Isabella pésima para dar direcciones.
Me pasé las últimas horas de luz buscando algunas frutas comestibles y cacé una liebr