108. CONSPIRACIÓN SECRETA
NARRADORA
—¿Qué sucedió, Dalila? —un hombre se despertó a su lado, su cabello platinado por las canas, sus ojos azules vibrantes.
—Aron, ya está aquí —le dijo, mirando a los orbes preocupados de su compañero.
—. Alguien hizo resonancia de almas mágicas con Theo. Aidan tiene otra oportunidad.
Aron, el Druida de los Hombres de Invierno, mostró asombro en su expresión.
Aidan no solo era el príncipe de este continente, sino también su sucesor.
De hecho, el alumno superó al maestro.
No todos los Hombres de Invierno podían manifestar su magia fuera de su cuerpo.
Theo era único, y mostraba la fortaleza interior de Aidan.
—Debo avisarle a la reina —Dalila le dijo enseguida, levantándose de la cama para arreglarse.
—¿Cómo lo supiste? ¿La Diosa te lo reveló en sueños? —le preguntó a su compañera, la Sacerdotisa de las Centurias.
El destino era algo curioso, y los dos ancianos de los clanes resultaron ser mates después de siglos de disputas entre ellos.
—No, me lo reveló… Isabella. Ella se despe