048. NADA ES LO QUE PARECE
VALERIA
Corrí sin pensármelo dos veces hacia el parquecito.
No conocía a nadie aquí, pero simplemente no me puedo quedar tranquila mientras veo la vida de un pequeño peligrar frente a mis ojos.
— ¡Valeria! – Aldric grita a mi espalda dándose cuenta de que me he movido de su lado.
Llego hasta donde está el cachorro tendido en la tierra y la sangre sale de la profunda herida abierta en la parte de atrás de su cabeza, haciendo que su pelo castaño se vuelva un pegote.
— Aguanta pequeño, aguanta – Saco el pañuelo que tengo en el bolsillo y lo aprieto contra su herida para detener el sangrado.
Lo pego a mi pecho intentando girarlo, mis manos tiemblan pensando en que él puede estar muerto.
Es un niño algo pálido, con mejillas rellenas y a penas está respirando.
— ¡Edward! – escucho cerca de mí la voz de ese hombre asesino y levanto la mirada para verlo abalanzarse sobre el cuerpo del niño con ojos de preocupación.
— ¡No te le acerques! ¡Vi muy bien lo que hiciste! – le grito indignada, prote