042. EL PASADO DE ALDRIC
VALERIA
Liberada de mi tarea y sin la gobernanta vigilando, decidí escabullirme con la excusa de acomodar las ropas en el closet del Rey.
Así que agarré una cesta con sábanas limpias y caminé al interior del castillo.
Llegué frente a la puerta de ébano y dudé un poco en si pasar o no a la guarida del lobo.
“Vamos Valeria, qué tontería, solo cumplieron el acuerdo y ahora es tiempo de volver al terreno profesional, trabajadora y empleador. Yo soy la doncella y él es el Rey”.
Me dije sacando pecho, porque si cada vez que Aldric y yo tuviésemos intimidad, por el trato, me comportaba como una chiquilla, entonces esto estaba destinado a fracasar.
Entré con mi rostro bien serio y avancé hacia el cuarto con las piernas hechas gelatinas.
Toqué suavemente, pero nadie me respondió, así que empujé la puerta y entré en la alcoba de su majestad.
El olor delicioso a vino enseguida asaltó mis sentidos, este era su espacio privado, íntimo y todo aquí olía como a Aldric.
Caminé hacia el enorme guardarr