009. SÉ QUE ME DESEAS
VALERIA
— Mmmm— me mordí el labio inferior para no gemir alto cuando unos sexis y largos dedos comenzaron a acariciar mi clítoris, justo al inicio de mi vulva, a provocarlo bien rico, haciéndome estremecer de placer y arquear mi espalda.
Hace mucho tiempo que no tenía sexo y las pocas veces con Dorian, él era de penetrarme y ya, nada de juegos o preocuparse por mis deseos, nada que ver con el fogoso y salvaje lycan sobre mí.
— Abre más las piernas, voy a montarte – me ordenó de repente con esa voz que parecía más un animal.
Sin embargo, su orden fue lo que me puso algo sobria.
Sobre todo, cuando se incorporó un poco y lo sentí tomando su dura polla, restregando la húmeda punta entre mis muslos cerrados y mis nalgas, buscando el camino hacia la entrada de mi coño excitado.
— Nn… no… — logré articular entre jadeos y escuché su resoplido molesto.
Un tirón no muy doloroso en el cabello me hizo elevar más la cabeza, mis codos temblaban aguantando el peso de la mitad de mi cuerpo.
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