LAVINIA«Los lycans empezaron a escapar, cuando la cabeza de su líder fue tomada por Zarek y esas hechiceras también corrieron.Las perseguí a través de los pasillos, hasta las caballerizas, como una sombra espiando su vida.—Sal… va… me… —cuando llegaron a los caballos, se encontraron con un lycan malherido escondido en una esquina.—Tu padre Viktor murió y tu hermano mayor seguro también lo hizo - le dijo Drusilla con voz dura —. No hay más territorio lycan, tu raza está condenada.Electra se mantenía siempre en silencio, a su lado, y sus ojos bajos vagaban como perdida.—Seré… tu esclavo… soy un lycan fuerte… seré fiel a… ti…Los estruendos se escuchaban cerca, el suelo se estremecía, los muertos buscaban sobrevivientes.Las cosas se hicieron con prisas, las vi partir en los caballos y llevarse a ese hombre; internarse en los bosques y escapar de la persecución.No parecía haber un lugar seguro de la furia de Zarek en este mundo maltrecho por la destrucción de Umbros.Pero las herm
LAVINIA«Mi mundo dio vueltas sin parar, sería una ilusión, pero las sensaciones las vivía a flor de piel.Caí en un bosque salvaje, al lado de Drusilla, y cerca estaba ese lycan.Miraba como ellos, desde la colina, al continente salvaje y atrasado, donde los hombres lobo apenas despertaban su consciencia.No eran iguales a la civilización dejada atrás, ellos se veían más primitivos, más cercanos a los lobos, ignorantes, como niños inocentes, y los dos forasteros se aprovecharon de eso.Drusilla y Eryon enseñaron sus conocimientos, siendo idolatrados, cubriéndose de una capa de misterio y poder, de control sobre este continente.Vi a Eryon edificar su palacio y proclamarse Rey Lobo; su forma lycan intimidaba a los habitantes de este reino que aún no habían evolucionado a esa transformación.Solo existía la forma básica del cambio de forma.Drusilla se convirtió en la primera sacerdotisa, venerada por sus conocimientos que para ellos eran milagrosos.Esta parte del continente donde cay
LAVINIA«Yo me quedé tan estupefacta como Drusilla, pero claro, si nosotros podíamos pasar a otros espacios y mundos, también del otro lado se podía acceder a este continente.Pude conocer al príncipe Alfa, a través de estas memorias perdidas.Era un personaje demasiado curioso, a pesar de ser un hombre lobo, podía manejar la magia de hielo e incluso materializarla en la forma de ese lobo que siempre lo perseguía.Su compañera también vino con él y un grupo de criaturas demasiado extrañas y peligrosas.Eran cuatro, un macho con su hembra y dos cachorros, gigantescos, forrados de escamas negras como una armadura impenetrable.Daban un terror inigualable, pero Aidan Walker los controlaba como cachorros. Fueron invitados por Drusilla al palacio con invitados distinguidos.Estoy segura de que ella vio la posibilidad de ser gentil para escapar con ellos a su reino de hombres lobos y hechiceros. Pero jamás imaginó que solo había invitado la calamidad a su puerta. Cuando el Rey Lobo conoc
LAVINIA«Se notaban los vestigios de la encarnizada pelea por todo el lugar. Los truenos y centellas caían levantando chispas chamuscadas en la hierba. Se estrellaban sobre el cuerpo de Eryon, pero era demasiado poderoso en su forma lycan. Casi había absorbido todo el poder del Corazón de la Bestia.Este continente había perdido el brillo y la magia que antes vibraba en el aire ya era escasa. —No, no, ¡no te puedes morir! Toma de mi sangre… ¡No te resistas más a tu mate! Se arrojó para sostener a la rubia jadeando contra un árbol, agarrándose el vientre de donde brotaba sangre sin cesar. Las heridas de garras eran tan profundas que casi se veía el interior. Me arrodillé a su lado, incluso extendí las manos. Diosa bendita, estaba desesperada, angustiada por esta injusticia. Pero ella solo miraba a Eryon llena de resentimientos y de cerca pude ver el destello vengativo en sus ojos… esperaba su momento. Cuando el Rey Lobo se acercó para forzarla a beber, Isabella se quitó unos
LAVINIA«El lobo de hielo gemía lamiendo su rostro, dando vueltas, ansioso.Toqué mi mejilla que de repente se humedeció. Estaba llorando, como las lágrimas que caían de los ojos de Aidan Walker.Su desesperación me golpeaba aun en este trágico pasado.—¡No puedes morir, Bella, prometiste siempre estar conmigo! ¡LO PROMETISTE! —rugió pegándola a su pecho, tomando de su propio líquido vital y tratando de dárselo de boca a boca.Un beso cargado de dolor y agonía. La nube de poder se expandía cubriendo el sol, matando la esperanza. —Lo… siento… —ella apenas podía hablar, lágrimas carmesíes bajaban de sus ojos que se iban cerrando —Te… amo… Aidan… te amo mi… príncipe… Los sollozos del macho inundaron el claro, los sonidos de devorar la carne ya muerta del Rey Lobo, pero nada podía arreglar esta tragedia. Los rugidos de dolor del príncipe Alfa resonaron hasta los confines, aferrándose al cuerpo de su compañera y una tormenta de nieve comenzó a llover del cielo, como si también llorara
LAVINIA«Andaba en sus últimos días andrajosa y divagando, hablando sola con Electra, gritándole, peleando con una sombra.Mandó en silencio a construir esa puerta, selló los secretos del corazón moribundo bajo el castillo y erigió su propia tumba.Me vi caminando por ese mismo sendero de piedras pulidas, bajo esa caverna y observándola sentada en ese trono con la daga en la mano.—Así que ya te dejas de esconder como una rata… —me asombré dando un paso atrás cuando levantó la cabeza y fijó sus ojos en mí.¿Acaso me podía ver ahora? Pero no…—Electra —agregó y al momento, una sombra espectral me atravesó desde atrás, dándome una sensación espeluznante.La vi avanzando hacia Drusilla. No lucía como los espectros de Silas o Laziel, donde la forma humanoide apenas se podía distinguir; no, este espectro había evolucionado aún más.Formada de niebla oscura, apareció la hermosa mujer de cabello corto y ojos llenos de odio y rencores. No decía una palabra, solo miraba la escena al igual qu
VALERIA — ¿Estás… estás segura Esther? – le pregunto con la voz quebrada. Mi corazón late apresurado, lleno de felicidad. — Muy segura Luna. Está embarazada. — ¿Por qué no he podido olerlo o su padre? – le pregunto preocupada. — Es muy reciente, quizás por eso, dele más días y debería percibir sus feromonas. Me responde y asiento, con los ojos nublados por las lágrimas. Soy la Luna de manada “Bosque de Otoño”. Hace tres años me casé con el hombre que amo con locura, a pesar de no ser mates destinados, mi Alfa Dorian. He dado todo por ser la Luna perfecta, el pilar al que pueda apoyarse, sin embargo, una sombra opaca mi matrimonio y era el tema del heredero. Nunca había podido salir embarazada y admito que no comparto mucho la cama con Dorian, pero sé que sus obligaciones de Alfa lo tienes demasiado ocupado y estresado. — Por favor, no le digas a nadie en la manada. Deseo sorprender a mi esposo. — Pierda cuidado Luna, no diré nada. ¡Felicidades! – me sonríe y le devuelvo la
VALERIA Me muerde con saña en el muslo y me arrastra debajo de su cuerpo, controlándome sin piedad. Intento resistirme, pedir ayuda, mis manos sobre mi vientre tratando de defender a mi cachorro, pero sus garras, como armas mortales, perforan mi piel, destrozando todo mi pequeño cuerpo vulnerable. Tengo que subir los brazos por instinto, cuando sus garras afiladas se dirigen a mi rostro y grito en agonía debido a una profunda herida que atraviesa mi mejilla desde mi frente. Al dejar descubierta mi barriga, él arremetió contra nuestro hijo. — ¡¡¡NOOOO, el cachorro no, por favor Dorian, MI HIJO NO…!!! Las lágrimas salían sin cesar de mis ojos mientras le suplicaba, pero sus caninos devoraban mi carne y sus garras buscaban en las profundidades de mis entrañas a sangre fría, queriendo sacar la vida que llevaba dentro. No sé cuánto tiempo duró esta agonía, sollozaba implorándole mientras pude hablar. El dolor en todo mi cuerpo era insoportable, pero más mi alma, que sangraba destroz