86. EL REGRESO DE LAS HERMANAS DE LA CROIX
LAVINIA
Estaba emocionada por haberlo logrado, algo tiraba de mi magia hacia el interior, pero al dar un paso en el umbral, la mano de Laziel me sostuvo con fuerza del brazo.
“Cuidado, hay un enemigo en las sombras.” Me tensé al escuchar su advertencia.
Mis ojos agudos escanearon con atención la niebla más allá de la barrera y sentía mucha malicia, pero supuse que era por tanta energía oscura reunida adentro.
—Cuando la abrí, la puerta nunca dio a este sitio. Ven, siempre a mi lado —nuestras manos se entrelazaron y Laziel me llevó a seguirlo.
No importa lo que hubiese dentro, teníamos que hacerle frente porque presentía que era la clave para regresarnos a casa.
Al sumergirnos en otro corredor rodeado de bruma y donde apenas se veían nuestras siluetas, escuché la puerta cerrarse a nuestra espalda con un estruendo.
Mi corazón se saltó un latido. ¿Qué diantres se escondía aquí adentro?
“No tengas miedo, jamás dejaré que nadie te haga daño.”
La voz peligrosa y a la vez protectora