Al llegar al hospital todos los compañeros de trabajo de mi esposa salieron corrieron atenderla mientras yo me quedaba angustiado en la sala de espera, una hora más tarde salieron a indicarme que podía pasar a verla y eso hice… Ella estaba en la camilla semi consciente porque aún le costaba mantenerse totalmente alerta, pero habría y cerraba sus ojos. En ese momento me cayó el peso de la realidad, ¿cómo le diría a mi esposa que Javier abuso de ella? Y recordé que no le había informado eso al médico para que la revisaran y pudiesen confirmar o descartar cualquier tipo de daño.
Me hicieron salir nuevamente para hacer una revisión exhaustiva a mi esposa, así que aproveché de llamar a mi abuelo y decirme que me encontraba aquí y justo él me informó que los padres de Mía habían aterrizado. Así que los traería con él, no tenía idea de cómo les iba a explicar a ellos que mi hermano había abusado de ella, ¡ay, Dios! Qué situación tan difícil, ¿será que algún día podremos ser feliz? Juro que