Mundo ficciónIniciar sesiónSCOTCH
Se tensó dentro de mí, volviéndose más grueso, imposible. Eso fue todo lo que necesité para correrme de nuevo, mis huesos amenazando con desprenderse mientras temblaba bajo aquel placer salvaje. Su polla latió, un calor espeso llenándome más, mezclándose con lo que ya me empapaba. Se vino dentro de mí, y aun así permaneció duro, sólido, incluso mientras las últimas sacudidas le recorrían el cuerpo.
Costello me miró a los ojos. Sus cejas estaban fruncidas, sus pupilas pequeñas como puntas de agujas de coser. Su agudeza había desaparecido, aniquilada por nuestra conexión. Dulce como la miel, me besó. Mis labios hormigueaban, casi maltratados por su fervor anterior.
Me recosté hacia atrás, sonriendo con incertidumbre.
—Eso fue increíble.






