Hasta que no di comunicados de prensa, trabajé el doble al no tener vicepresidenta, secretario ni consejero y hacerme cargo de todo lo relacionado con la reconstrucción de La Casa Blanca, no pude tomarme un respiro para ir a la clínica en la que estaba Abby y Anthony cuando yo quería. No tuve más opción que atender los asuntos pendientes y todo el caos con la ayuda de Demian y Thayer.
Ese es mi deber y, aunque quise dejar todo tirado para ir corriendo a saber cómo estaban mi novia y amigo, no podía dejar mi trabajo de lado.
Pero hoy, después de tres días donde ni dormir he podido porque tampoco se me permite descansar en momentos tan tensos, difíciles y caóticos, al fin abrí un espacio en mi agenda para ir a la clínica. La angustia y la ansiedad por saber de ellos, por más de que me dieran noticias por teléfono, no me deja tener paz alguna.
Anthony tiene una buena recuperación, por fortuna las balas no dañaron órganos importantes, pero, por unos meses, no podrá moverse por el disparo