Sofía se puso muy feliz.
—¿Puedo?
—Por supuesto que puedes, ¿acaso Sofía no quiere dormir en mi habitación? —dijo Daniela.
Sofía asintió con la cabeza.
—Sí quiero.
Valentina sonrió.
—Daniela, que Sofía se vaya contigo no es muy conveniente, ¿verdad?
—Valentina, es muy conveniente. Antes Sofía dormía conmigo seguido —respondió Daniela.
—Antes era antes, ahora es ahora. Ahora estás con el señor Duque, no sé si al señor Duque le parecerá conveniente —dijo Valentina mirando a Nicolás.
Nicolás esbozó una sonrisa.
—A mí me parece muy conveniente, yo también quiero mucho a Sofía.
Sofía aplaudió.
—¡Entonces esta noche puedo dormir con mi madrina!
Valentina tampoco quería arruinar la emoción de su hija, así que sonrió.
—Daniela, entonces te dejo a Sofía a tu cargo. Me voy.
—Sofía, despídete de tu mami.
—Adiós, mami.
Valentina se fue, y Daniela cargó a Sofía para subirse juntas al auto de lujo de Nicolás.
Nicolás manejaba desde el asiento del conductor, mientras Daniela y Sofía iban sentadas jun