Ella tiene un rostro suave y hermoso, muy encantador. Irina está muy segura de sí misma: esta noche definitivamente conquistará a Héctor.
...
Héctor trabaja en su despacho. Como ha decidido sacrificar su vida, tiene muchos asuntos que resolver.
Pero pronto comienza a sentir un calor intenso. Se afloja los botones de la camisa, pero sigue sintiéndose acalorado.
Héctor se levanta y regresa a su habitación, donde toma una ducha fría.
Sin embargo, el agua fría no apaga el fuego en su interior; al contrario, lo aviva aún más. Realmente siente un calor abrasador.
Héctor sale vistiendo un pijama de seda negra. Se sienta en la cama y toma su teléfono para llamar a su mayordomo personal.
En ese momento, una esquina de la colcha se levanta e Irina emerge. Recién bañada, con su hermoso rostro sonrojado y ojos llenos de emoción, mira a Héctor y lo llama:
— Héctor~
Héctor siente que su sangre hierve. Traga saliva y pregunta con voz profunda:
— Irina, ¿qué haces aquí?
— Héctor, te estaba esperando —