Valentina apretó ligeramente sus blancos dedos antes de relajarlos —Bien, iré a salvar a Ángel.Marcela se alegró enormemente. Hace un momento pensaba que Valentina se negaría, pero sorprendentemente había aceptado.
—Perfecto, Valentina. Haré que preparen el coche, ¡iremos al hospital ahora mismo!
En realidad, Valentina no quería salvar a Ángel, pero debía hacerlo porque había algo extraño en todo este asunto.
Sentía que entre Ángel y Catalina existía algún secreto inconfesable, y alguien quería enterrarlo para siempre.
Solo despertando a Ángel podría descubrir cuál era ese secreto.
En aquella mansión de los Méndez, todos ocultaban algo. Ella necesitaba desenmascarar a cada uno de ellos con sus propias manos.
. . .
Valentina y Marcela llegaron al hospital. Catalina había estado constantemente junto a Ángel en la habitación, fingiendo ser la esposa perfecta, sin apartarse de su lado.
Al ver llegar a Valentina y Marcela, Catalina se sorprendió —Valentina, ¿qué haces aquí?
Marcela respondi