Luciana se quedó perpleja:
—¿Qué quieres decir?
Valentina sonrió:
—Simplemente no puedes satisfacer al señor Figueroa. Últimamente tiene mucho fuego interior, apenas lo toco y se emociona demasiado.
¿Qué? Luciana contuvo la respiración.
Valentina apartó la mirada, abrió la puerta de su apartamento y entró.
¡Pam! Valentina cerró la puerta, dejando a Luciana plantada.
Luciana miró a Mateo:
—Mateo, ¿qué pasó exactamente entre tú y Valentina?
Mateo no quería hablar de eso. Abrió la puerta de su apartamento:
—Entra.
Luciana entró al apartamento de Mateo. Para ser sincera, era la primera vez que visitaba el Monte Mágico de Mateo, y el nivel de lujo la dejó nuevamente sin palabras.
En ese momento, la voz fría y profunda de Mateo resonó:
—Luciana, querías venir al apartamento y te he traído. ¿Ahora puedo ver el jade?
Mateo solo pensaba en ver el jade.
Luciana ya estaba preparada. Sonrió seductoramente:
—Mateo, no tengas prisa. Primero me daré una ducha caliente y cuando termine te dejaré ver e