Capítulo 332
Mateo giró lentamente la cara.

Valentina, concentrada en masajear su chichón, no se había dado cuenta de lo íntima que era su posición. De repente, cuando Mateo giró la cara, sintió algo suave en sus labios.

Los finos labios de Mateo rozaron sus suaves labios rojos. Se habían besado.

Las claras pupilas de Valentina se contrajeron bruscamente y se quedó paralizada.

Mateo la miró: — Valentina, ¡me has besado!

Él dijo: Valentina, ¡me has besado!

Valentina quiso hablar, pero en ese momento Ignacio y los compañeros se acercaban buscándola: — ¿Valentina? ¡Valentina!

— Valentina estaba esquiando allí hace un momento, ¿cómo ha desaparecido tan repentinamente?

Valentina había desaparecido e Ignacio venía con los demás a buscarla.

Valentina intentó responder: — Yo...

Antes de que pudiera terminar, una mano grande sujetó su nuca y Mateo la besó directamente.

¿Qué estaba haciendo?

Valentina forcejeó rápidamente, pero la fuerza del hombre era grande. Sujetando su nuca no le permitía escapar y forzó
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