— ¡Mateo, suéltame!
Valentina lo empujó con fuerza.
Los ojos de Mateo ya mostraban deseo. Quería volver a inclinarse para besar a Valentina.
— ¡Mateo, ya estamos divorciados, piensa en Luciana!
El nombre "Luciana" fue como un balde de agua fría vertido sobre la cabeza de Mateo. Se quedó paralizado.
Valentina lo empujó con fuerza y salió corriendo.
Mateo se quedó solo, inmóvil. Ni siquiera él sabía qué acababa de hacer. Luciana era su chica, sabía que tenía responsabilidades hacia ella.
Pero se sentía continuamente atraído por Valentina, sin poder controlarse. Era como un hechizo.
…………
Después de comer fondue, todos regresaron al hotel de vacaciones.
Mateo caminaba con otros dos compañeros, mientras adelante iban Valentina e Ignacio juntos.
Mateo miró brevemente. Ignacio le decía algo, y Valentina reía alegremente.
— Mateo, ¿te parece bien la habitación 621?
Mateo, sin mostrar emoción alguna, preguntó: — ¿En qué habitación se aloja Ignacio?
— Ignacio está en la 609, justo frente a la ha