Originalmente, esta villa era solo para él, así que no tenía nada de eso preparado aquí.
Anoche tampoco había considerado estos detalles.
En comparación con su reacción, Sara estaba completamente tranquila.
—Rosa, entiendo.
Rosa estaba feliz.
—Yo limpiaré la habitación. El desayuno ya está listo, señor, señora, vayan a desayunar pronto.
—Está bien —dijo Sara.
Luis y Sara estaban sentados en el comedor. Rosa primero sirvió un tazón de sopa.
—Señora, primero tómese esta sopa. Esta sopa puede reponer la energía que las mujeres pierden.
—Gracias, Rosa —dijo Sara.
Sara comenzó a tomar la sopa.
Luis tomó la leche y bebió un sorbo. Miraba a Sara sentada frente a él. No sabía si era por lo de anoche, pero hoy se veía más radiante.
Tal vez percibiendo su mirada, Sara levantó la vista hacia él.
—¿Por qué me miras? ¿Quieres un poco?
—...No, gracias —respondió Luis.
Rosa sonrió.
—Señora, el señor no necesita tomar esto. Nuestro joven ha estado soltero por más de veinte años, ¡tiene energía y habil