Valentina había estado escondida en el rincón todo el tiempo. Al escuchar estas palabras, levantó la cabeza para mirar a Mateo.
Mateo bajó sus ojos apuestos para mirarla también, su mirada oscura y ardiente.
Los dos se miraron a los ojos.
—¿Mateo? Mateo, ¿escuchaste lo que dije? —preguntó Luciana.
—Las cosas del pasado ya las olvidé todas. ¡No las menciones más! —respondió Mateo.
—Mateo, entonces hablemos del presente. ¿Qué tal si voy a tu casa esta noche? —dijo Luciana mientras se ponía de pie. Hoy llevaba un vestido de marca, siendo originalmente bailarina tenía una figura grácil y un rostro hermoso, en la flor de la vida— Ya te separaste de Valentina, ¿acaso no me deseas?
Luciana había sido novia de Mateo, así que lo conocía hasta cierto punto. Mateo era un hombre con necesidades normales, y además bastante vigorosas.
Valentina se sintió muy incómoda. Realmente no quería escuchar a Luciana decirle estas cosas a Mateo.
Aunque Mateo ya había decidido casarse con Luciana, cuando realme