Capítulo 1051
Pero la proximidad de un aura extraña puso a Nicolás inmediatamente alerta. Abrió los ojos:

—¿Qué haces?

Nicolás giró la cabeza y vio a Margot detrás de él:

—¿Eres tú?

El apuesto rostro de Nicolás se enfrió instantáneamente, lleno de disgusto.

Margot miró a Nicolás:

—Señor Duque, soy yo, soy Margot.

Nicolás preguntó:

—¿Cómo llegaste aquí?

Luego se rio fríamente:

—¿No me digas que sabías que estaba aquí y me seguiste?

Margot curvó los labios:

—Señor Duque, así es, te seguí hasta aquí.

El apuesto rostro de Nicolás se volvió frío como el hielo:

—Habla, ¿qué es lo que quieres exactamente?

Margot sonrió seductoramente y caminando en tacones altos se acercó frente a Nicolás:

—Señor Duque, no tengo otras intenciones. Solo veo que le duele la cabeza, así que quería ayudarlo con un masaje.

Nicolás rechazó:

—No es necesario, puedes irte.

Margot no se fue:

—Señor Duque, usted sabe que Daniela y yo somos buenas amigas. Sé que Daniela está embarazada ahora y no puede atenderlo bien. Como buena amig
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