Nicolás miró a Daniela con ternura.
—De todas las mujeres en este mundo, ¡también solo me gustas tú!
Los dos se miraron y sonrieron, besándose profundamente.
Al terminar el beso, Nicolás se arrodilló en una rodilla.
—Daniela, aunque dije que te daría tiempo para pensarlo, que podía esperarte, siento que ya no puedo esperar más. No puedo esperar más para casarme contigo, no puedo esperar más para que seas mi señora Duque. ¡Daniela, cásate conmigo!
Nicolás le había propuesto matrimonio.
La escena de Nicolás proponiéndole matrimonio a Daniela atrajo instantáneamente la atención de muchos transeúntes, que se acercaron gritando:
—¡Cásate con él! ¡Cásate con él! ¡Cásate con él!
Bajo las luces brillantes y los gritos de la gente, Daniela curvó sus labios rojos.
—¡Acepto!
Ella dijo que aceptaba.
Al escucharla decir esas palabras, los ojos de Nicolás se llenaron de una inmensa alegría. ¡Lo había logrado! ¡Su propuesta finalmente había sido exitosa! ¡Daniela se iba a casar con él!
Nicolás se lev