Cuando grabé ese video, hice todo lo posible para no verme tan demacrada. Los efectos secundarios de la quimioterapia me habían hecho perder casi doce kilos.
Cualquier cosa que lograba tragar la vomitaba.
Sentí que me veía fatal en cámara, así que me obligué a pasar media hora maquillándome.
Pero cuando vi en el espejo mis labios de un rojo intenso que no venía al caso, me dio un poco de miedo.
De pronto recordé una vez que acompañé a Julian a una entrevista y escuché a unas reporteras cuchicheando en el baño.
—Si no fuera porque es la novia de Julian…
—La verdad, qué flojera de entrevista. Es súper aburrida, no tiene nada de chispa y nos tumba el rating.
—Sale fatal en cámara. Chloe es mil veces más guapa y como que brilla más.
—Lástima que Chloe ya tiene la agenda llena…
Después de escuchar eso, me quedé en el baño ensayando sonrisas frente al espejo, tratando de parecer más natural.
Lo que nunca imaginé fue que, después de tanta práctica, cuando por fin me senté frente a una cámara,