Capítulo 14.

Harold corrió con Yoli abrazada y yo les cubrí la espalda. Gracias a Dios no sucedió nada y parece que las bajas que hicimos a los malos ya las limpiaron, al llegar la pequeña saltó a los brazos de su madre quien lloraba como Magdalena.

Yo tomé del brazo a Harold después de saludar a los señores Sherman y a los presentes, lo llevé a la salita que es mi consultorio y lo hice sentar.

— Solo fue un roce amigo, desinfectamos y listo - el chico me observaba atentamente.

— ¿Va a estar bien mi padre? - me preguntó y casi me caigo del banco donde estoy sentado, miro sus ojos y están inundados en lágrimas ¡Maldita sea! Lo sabe, sabe que Dimitri es su padre.

—¡Claro que estará bien! Dimitri es un monstruo, y además no estaba tan lastimado - el asintió y cerró los

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