Capítulo 250
Roger se apoyó en el capó de su auto, con las manos en los bolsillos, esperando. Apenas tuvo tiempo de pensar cuando oyó la alegre voz llamando su nombre.
— ¡Roger!
Livia vino corriendo, el cabello suelto ondeando y una amplia sonrisa en el rostro. Antes de que él pudiera reaccionar, ella se lanzó en sus brazos. Él la sostuvo con firmeza.
— Te extrañaba tanto — susurró ella, apretando el abrazo.
Él rio bajito, apoyando la barbilla sobre su cabeza.
— Nos vimos ayer, jovencita.
— Y ya fue demasiado tiempo — replicó, levantando el rostro y ofreciendo sus labios.
Roger solo sonrió y rozó sus labios con los de ella.
— Ahora sí — dijo ella, cuando se separaron. — Puedo comenzar el día.
— Entonces vamos a mejorarlo aún más — respondió él, abriendo la puerta del auto para ella.
Ella arqueó una ceja, curiosa.
— ¿Vas a sorprenderme de nuevo?
— Quizás — respondió, enigmático.
Poco tiempo después, estacionaron frente a una hamburguesería moderna.
— ¿Hamburguesa? — preguntó ella, rien