Después de ver a Cassian en al piscina. No puedo concentrarme.
Llevo horas sentada frente al portátil, leyendo la misma línea de un documento que ya no tiene sentido alguno para mí. El cursor parpadea como un insulto, como un recordatorio de que mi mente está en cualquier lugar menos aquí. Mi cuerpo aún se siente caliente después de lo que vi. Después de observar por minutos a ese hombre con su m*ldito cuerpo de infarto nadar como si fuera un dios del olimpo.
—Cassian. M*ldito Cassian Harrington —gruño mientras suelto el aire contenido. Aún lo tengo grabado en la retina. Su espalda ancha, los músculos firmes tensándose con cada movimiento mientras se sumergía en el agua como si supiera que alguien lo observaba. Como si supiera que yo estaba ahí.
Me pregunto si habrá notado mi presencia desde antes de que se diera vuelta.
«¡Arielle eso no importa!» me reprendo mentalmente. Si fuera a la iglesia a confesarme, el padre ya me habría dicho que arderé en el infierno por tener estos p