Perspectiva de Seraphina
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No me gusta este vestido. Pero estoy segura de que a Elías le va a encantar. Por eso me lo pongo.
Lo saco del armario mientras dejo el secador de cabello encendido, apuntando hacia la puerta cerrada de mi habitación. Así nadie se da cuenta de que ya me fui. He perfeccionado el arte del escape desde que regresé del internado. Diez meses allá, entre clases de filosofía y niñas con apellidos absurdamente largos que no dejan de hablar de bolsos y ropa nueva, me enseñaron a moverme como un fantasma.
Sonrío cuando termino de vestirme y pienso en la expresión que tendrá Elías cuando me vea con este vestido, no es tan corto pero se ajusta perfectamente a mi cuerpo, me hace lucir mayor. Más acorde a él.
Suelto un suspiro largo mientras esa sonrisa tonta permanece en mi rostro, como cada vez que pienso en ese hombre.
Conocí a Elías Moreau en el aeropuerto el día que regresé para el compromiso de Daniel.
El nombre me supo a perfume cuando lo escuché por primera v