Aunque el domingo fue difícil esperar por Luz y no verla llegar, Gerard supo que era por su bien y el de su bebé.
Por esa misma razón, ayer lunes fue a visitarla junto a Charlize, pero ahora iba más temprano para no encontrarse con Rafael y para tener privacidad.
Lleva parado frente a la puerta diez minutos y no sabe cómo entrar… bueno, sabe que debe golpear la puerta para que Luz abra, pero no sabe qué decir, en especial porque vino temprano y solo.
Cuando al fin se arma de valor, la puerta se abre y se encuentra con una Luz con un moño alto y desordenado, una blusa de tirantes y un pantalón de chándal.
-¡Gerard! – dice ella espantada, más por su apariencia que por tenerlo allí -. ¿Qué haces aquí a esta hora?
-Que-quería verte a solas… ¡Hola!, te traje pan dulce – le muestra la cajita y ella sonríe -