Capítulo 37 — Un corazón en paz

LUCAS

La oscuridad era aterradora. Podía sentirla arrastrándome hasta el fondo de un vacío vicioso, si no fuera por la punzada que sentí en mi vientre, jamás habría abierto los ojos.

Los párpados me pesaban, tal y como si estuvieran atados a un par de bloques de concreto, pero, cuando conseguí abrir los ojos, fui recibido por el color blanco más estéril que hubiese visto en mi vida. Junto a mí, el sonido incesante de una máquina de signos vitales fue mi saludo de bienvenida.

Mis manos se posaron sobre mi vientre por inercia.

Pero algo había cambiado…

Algo era extraño…

Algo hacía falta…

Mi corazón se saltó un pálpito o dos… mientras las yemas de mis dedos frotaban aquel lugar donde debía encontrarse mi pequeño bebé.

Bajé la mirada para corroborar si la horrible sensación en mi cuerpo era real. Y lo confirmé.

Mi enorme vientre había desaparecido.

Las lágrimas empaparon mi rostro contraído por el dolor.

—¿Dónde está? —Murmuré con un hilo de voz—. ¿Dónde está mi cachorro?

Intenté reincor
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo