Mi papá me miró, y no quise decir nada, solo lo miré con ojitos que gritaban, ¡¡¡por favor!!!"Aun así, quiero que él te ayude con la investigación, para que entienda lo que está pasando. Él era amigo de la familia Maguire, y entenderás como esta por lo de la noticia. "dijo mi padre, sin revelar la verdadera razón de mi interés: encontrar y salvar a Sophia.El Alfa Christian se quedó callado, pensativo."Christian, te voy a pedir un favor, y espero que me lo hagas. Y sé que ya antes me has ayudado y espero yo también poder hacer lo mismo por ti algún día." dijo mi papá, y era evidente que no le gustaba admitir eso. Siendo rey, no estaba acostumbrado a deber favores, pero esta vez lo hacía por mí."Lo escucho, Su Majestad" respondió Christian, y mi padre suspiró, cerró el puño, me miró y luego volvió a ver el celular."Si logran encontrar a la esposa y a la hija de Mike, ¿habría alguna forma de perdonarles la vida? Sé muy bien lo que dice la ley, pero los dos sabemos que sería injusto h
~Liam~Siendo sincero, no pegué el ojo en toda la noche. Mi mente lo único que hacía era imaginar los peores escenarios posibles de lo que podría estar pasándole a Sophia. No solo yo estaba nervioso, sino también mi lobo, Alex. Al final, me senté en la cama y me quedé mirando la luna desde la ventana. Su luz me tenía hipnotizado. ¿Sera que la luna podía hablarme? ¿Podría ella decirme dónde estaba Sophia? ¿Y si ella también la había admirado esta noche bajo el mismo firmamento pero en otro lugar?Me aferré a esos pensamientos tontos, buscando alguna señal, alguna idea que me dijera a dónde ir o a quién acudir por ayuda. Pero, en el fondo, sabía que sólo me estaba engañando a mí mismo.La verdad era que con cada día que pasaba, las probabilidades de encontrar a Sophia se volvían más pequeñas. Ya iba a ser el tercer día, y sentía que el pecho se me hundía en una tristeza. No podía dejar de pensar que el tiempo se nos estaba escapando entre los dedos.A la mañana siguiente, Harper y yo s
Mi papá presionó el botón de reproducir, y me enfoqué completamente en las palabras de Mike, listo para escuchar lo que tenía que decir."Deseo empezar pidiéndole disculpas al Alfa Christian por todos los problemas que causé. Lamento profundamente que esto haya llegado a este punto, pero, por favor, entiendan que no tenía otra opción. Ojalá pudiera retroceder el tiempo y seguir adelante sin saber lo que descubrí, pero no puedo. A través de este mensaje, les ruego al Alfa Christian, al consejo de Alfas, al consejo del rey y al príncipe heredero que, si pueden, encuentren la manera de perdonarme en algún rincón de su alma. Aunque no puedo contar la razón de lo que hice, les pido de verdad que paren la búsqueda" dijo Mike, mirando directo a la cámara."Príncipe Liam, a usted le pido disculpas de corazón, sé lo que sientes, lo noté cuando te vi hace dos noches. Quiero que sepas que lo que pasó no fue por odio ni fue a propósito. También le ruego que deje ir a Sophia. Como ya lo sabrías,
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo
~ Leo ~Tamia era el amor de mi vida y no había nada que no haría por ella. La amaba con toda mi alma y cuando le prometí que siempre estaríamos juntos, lo dije muy en serio. Era perfecta para mí; hermosa tanto por dentro como por fuera y tenía la fuerza que una Luna debía de poseer. Amaba cada una de sus cualidades y sinceramente no podía dejarla ir.Estaba enamorado de ella desde que recuerdo, por eso cuando se presentó la oportunidad de cortejarla, la aproveché de inmediato y como resultado, habíamos estado casados durante cinco años. La amaba inmensamente. Mi amor por ella era tan fuerte que creía que sería fácil rechazar a mi compañera destinada si alguna vez la encontrase y ella prometió hacer lo mismo a cambio. Sin embargo, nunca imaginé que rompería esa promesa de una forma tan cobarde.Tamia no quería ir a la cena de Casper; debí haberla escuchado y decirle a mi amigo que no iríamos, pero ahí inició mi caída. El fresco aroma a menta y manzanas me tomó por sorpresa y me atra
~Tamia~ Por la mañana salí a correr y al regresar, la gente me miraba con curiosidad. No necesitaba tener más de 2 neuronas para saber que ya se había difundido la noticia de que el Alfa había encontrado a su compañera destinada. Leo no intentó ocultar la atracción entre Amanda y él. Internamente me preguntaba si los miembros de la manada estaban contentos de que su Alfa sería más fuerte ahora que había encontrado a su compañera destinada. También me cuestionaba a mí misma, si me apreciaban lo suficiente para que se preocuparan verdaderamente por mí y el dolor que sufriría, el cual hasta podría volverme loca. Honestamente, me preguntaba de qué lado estarían.Pasé corriendo junto a los miembros de la manada y regresé a mi casa. Leo estaba desayunando pero, no le había hablado y no planeaba hacerlo, porque no tenía nada que decir. Fui al dormitorio a ducharme y vestirme para comenzar el día, había una reunión a la que debíamos asistir juntos y por mucho que preferiría quedarme en cas
~Tamia~ No hablé con Leo durante todo el viaje y cada intento que hizo por hablar conmigo fue respondido por mi silencio. Cuando finalmente llegamos a casa, fui directo al dormitorio. Nuestra casa tenía cuatro habitaciones, queríamos que nuestros hijos tuvieran cada uno la suya propia, pero ya no sería así. Me pregunté cuál de esas habitaciones me pedirían que ocupara cuando Amanda se mudara; Las palabras de Linda seguían en mi mente y al igual que ella, sabía que mi cama estaría también vacía pronto."Tamia, por favor." Dijo Leo, siguiéndome a la habitación. "Por favor, Tamia." Suplicó y me giré para mirarlo."¿Por favor qué? Todos están hablando de esto, Leo, me humillaste en la fiesta, ¿qué si ella es tu compañera destinada? ¿Tenías que dejarme sola para ir al balcón y besarla? ¿Sabes siquiera lo que significa controlarte a ti mismo?" Le pregunté y bajó la cabeza."El sentimiento era abrumador." Me reí al escuchar su respuesta."Mejor ve a Bosque Blanco y termina lo que ya empezas
~ Tamia ~Pasó otro mes en el que las cosas empeoraron entre Leo y yo; ya no pasaba tiempo conmigo y sutilmente se había mudado de nuestro dormitorio. Se veía venir, pero aun así me molestaba. Además, llevaba a Amanda a las funciones a las que lo invitaban y me dejaba a cargo de la manada. Ya estaba trabajando en mi salida, así que me decía a mí misma que solo tomaría un poco más de tiempo. A menudo miraba donde descansaba su marca en mi cuello y quería quitármela. Odiaba verla, tanto que siempre la cubría, al menos mis lágrimas ya se habían secado. Algunas Lunas simpatizaban conmigo y otras felicitaron a Amanda, aunque ella no había sido nombrada Luna aún y yo sabía por qué; Amanda era doctora y no estaba entrenada para la batalla. Nombrarla Luna significaría que tendría que asumir todas mis responsabilidades, incluyendo liderar batallas y supongo que su vida era demasiado importante para eso. Mientras tanto yo planeaba sorprender pronto a Leo.Poco después, estaba sentada en mi o