Capítulo 558
El hombre fue bruto, la mujer quedó pegada contra el espejo frío.

En el espejo, su rostro estaba enrojecido porque el cuerpo de Luis la presionaba firmemente.

¡Este desgraciado!

Los labios delgados de Luis se pegaron al tierno lóbulo de la mujer, su voz sexy y ronca:

—¿Si tengo hobbies especiales o no, acaso no lo supiste aquella noche?

Elia gritó furiosa:

—¡Luis!

—Shh.

Luis confinó su cuerpo, suavemente le quitó los tacones altos, y luego le puso esas medias. Las manos del hombre eran grandes, acariciando sutilmente la piel de la mujer, provocando temblores constantes.

Elia quedó completamente aturdida.

Luis le sostenía una pierna, ella casi no podía moverse, de lo contrario sería aún más vergonzoso.

El proceso de él poniéndole las medias era algo que no quería recordar en toda su vida, realmente era demasiado pervertido.

Elia miró al hombre en el espejo, los rabos de sus ojos levemente rojos, su voz también temblando:

—Luis, eres realmente pervertido.

El puente recto de la nariz de L
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