Capítulo 40
Cuando Aitana entró, Jorge y Zarina se sobresaltaron.

En esa situación, cualquiera podía adivinar que entre ambos existía un pasado.

El viento nocturno soplaba intensamente.

La brisa levantaba las puntas del cabello de Jorge y agitaba el elegante vestido de Zarina, rozando suavemente el brazo de Aitana, con la textura delicada y suave de la seda...

Tras un momento de silencio, Zarina habló con voz seca: —Me siento algo indispuesta, señora Uribe, ¿podría acompañarme adentro para descansar un poco?

Aitana asintió con una sonrisa: —Precisamente venía con esa intención. He estado preocupada por su salud.

Zarina se sintió reconfortada y dio unas palmaditas suaves en el dorso de la mano de Aitana: —Con usted aquí, me siento mucho mejor.

Aitana sonrió ligeramente mientras ayudaba a Zarina a marcharse.

Detrás de ellas, Jorge observaba a su antigua amante alejarse, pensando que no sabía cuándo tendría otra oportunidad para hablar así. Invadido por la tristeza, exclamó impulsivamente: —Todo lo q
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP