Capítulo 182
Damián estaba pálido.

Ana dio un paso al frente, con expresión gélida y voz fría.

—Déjame decirte lo que ha pasado.

—Mientras regresabas a Palmas Doradas a consolar a esa mujer manipuladora, la señorita Balmaceda perdió la audición debido a un cambio de presión. La tormenta de nieve en Magnolia era tan fuerte, todo estaba cubierto de nieve y no podíamos encontrar un auto. Ingenuamente pensé: el señor Balmaceda está en el hotel, si le pido ayuda seguramente tendrá una solución, ¡siempre lo tiene todo bajo control!

—Pero usted había regresado a Palmas Doradas.

—Solo pude buscar a Leonardo. Él y Zarina llegaron a Magnolia esa misma noche. Leonardo, un hombre de más de cincuenta años, cargó a la señorita Balmaceda en brazos durante media hora hasta el helicóptero. La nieve tenía más de medio metro de profundidad. Cuando llegaron al hospital, la ropa de Leonardo estaba empapada y la mitad inferior del cuerpo de Zarina estaba entumecida, sin sensibilidad. Pero ninguno soltó a la señorita Bal
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App