Capítulo 145
Lo observó con decepción: — ¡Eres igual de cruel que tu madre! ¡Mariana es tu hermana!Justo cuando Aitana iba a responder, una figura alta se coló por la puerta.

Una mochila negra de lona cayó sobre la mesa de centro. El recién llegado miró a Jorge y gritó: — ¡Fuera, fuera!

Jorge levantó la vista y vio un rostro de niño bien.

Lo miró con desprecio, aprovechando para enojarse: — ¿No sabes quién soy yo?

Esteban se sentó en la mesa de centro, masticando chicle, con actitud de chico de barrio: — Claro que te conozco. Creo que te vi hace unos días en la clínica de fertilidad. Un tipo inútil.

Jorge se puso rojo de ira: — ¡¿Qué has dicho?! ¡Te voy a demandar!

— ¡Adelante!

— ¡Ve y habla con el abogado de mi padre! Por cierto, mi padre se llama Orión Zelaya.

Lanzó una tarjeta de visita a la cara de Jorge.

Era la tarjeta de Miguel.

Jorge comenzó a tartamudear: Orión Zelaya, CEO de Millennium, era alguien a quien no podía provocar.

Después de que Jorge se fuera.

Esteban se sentó de golpe en el es
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