Vanessa rodó los ojos ante el comentario del CEO, había hecho una buena y bonita amistad con el mano derecha Jael, le gustaba mucho conversar con él sobre todo de él malhumorado jefe que tenía
— ¡No te parece eso demasiado, pareces un CEO Mafioso posesivo, controlador y dominante!
Al hombre se le fue el jugo por las narices y comenzó a toser agarrándose el abdomen para no lastimarse, y es que su mujercita lo había descrito de forma perfecta, eso era exactamente lo que él era
— Si, puede que no estés muy lejos en definirme con tu descripción, pero que puedo hacer, soy quien soy me debes de querer así
— ¿Solo por qué tu lo dices? qué mandón, no soy tu mascota, no puedes solo darme órdenes y esperar que las cumpla solo por qué sí — refutó Vanessa
— ¿No? ¿por qué no? yo soy el esposo y sé que es lo mejor para los dos y lo mejor es que seas una esposa dócil, obediente y cariñosa con tu marido
— Para eso puedes comprarte un perro o un conejo, tengo voz propia no necesito que controles mi