NARRADOR OMNISCIENTE
El silencio cayó como una losa sobre el comedor.
Celina se quedó inmóvil, con la sonrisa congelada, mientras Andrei soltaba lentamente el tenedor que sostenía. No podia negar que se habia tensado pero se recuperó con naturalidad.
Los ojos de Jareth estaban fijos en él. No había claridad en su mente, pero sí algo más fuerte: una sensación, una advertencia que le recorría la piel como corriente eléctrica.
—¿Qué dijiste? —preguntó Volkner, fingiendo una sonrisa tranquila pero la misma no le llegaba a los ojos.
—Dije que nos peleamos… la última vez. —Jareth lo observó con detenimiento—. Lo vi en un sueño, o algo parecido. No estoy seguro, pero estabas ahí.
Celina intentó romper la tensión, colocando una mano en el hombro de Jareth.
—Amor, no digas tonterías. Sabes que tu mente te está jugando malas pasadas… Volkner nunca te haría daño, es tu hermano.
Pero Jareth no la escuchaba.
Su respiración se aceleró.
Una imagen fugaz cruzó por su mente: el sonido del mar, un gr