Capítulo setenta
Pov Amir
Como no imagine que después del cine vendriamos a un parque de diversiones.
Estas cosas no son lo mío.
Junto mis cejas escuchando gritar a los adolescentes hormonales detrás de mí, voy en la punta del carrito de la montaña rusa con Irina y lo único que me hace no maldecir es ella y su mano agarrada a la mía.
—¡Oh por Dios! Amir voy a morir —el carro sube cada vez más por la cuesta y sonrío —¿recuerdame por qué estamos haciendo esto?
—Porque quieres ayudar al estúpido allá atrás en la cola —gira y vuelve la mirada a mí.
—Es irónico ver como ellos están allá y nosotros aquí adelante —el juego detiene su avance y observo el vacío