Sarada, sentia que ya no habia mas salida, tenia que aceptar su nueva realidad, le gustará o no, Khaled era un hombre de la realeza en su pais, por esa razón su hijo tenia que tener la mejor protección y aún que a ella nada de eso le agradara, no había marcha atras.

Suspiró con pesadez y se dirigió a la cocina. Empezó a preparar una sopa con mucha verdura con ternera, para el pequeño mientras esperaba el regreso de Khaled. Afuera, el lugar estaba fuertemente custodiado por varios hombres armados y dos mujeres que vigilaban discretamente. En otra parte de la casa, la enfermera y una doctora monitoreaban a Zamir. Todo estaba dispuesto para su tratamiento, y eso le daba cierta tranquilidad, por otro lado aunque quisiera escapar no podría.

Pero había algo que le robaba la paz: ¿qué pasaría cuando la prometida del Jeque supiera que el tenía un hijo fuera del matrimonio? ¿Lo aceptaría? ¿Haría un escándalo? Escuchó que esa mujer era cruel y que tenia un estatus social mas alto que el de cual