CAPÍTULO 7. La ceremonia del silencio.
Capítulo 7
La ceremonia del silencio.
Gabriel observaba la ciudad alejarse frente a la ventana de su vehículo, con las manos en sus rodillas y el ceño ligeramente fruncido.
La luz del atardecer teñía de ámbar el horizonte, pero entre Isabela y Gabriel, el ambiente era frío, casi glacial.
Ella permanecía sentada al otro lado del asiento trasero del vehículo. El silencio se alargaba como una cuerda tensa entre dos voluntades.
—Lo haré —dijo ella, finalmente—. Voy a casarme contigo esta noche.
Gabriel giró apenas el rostro, lo justo para que la luz dibujara sus facciones. No sonrió, pero sus ojos brillaron con algo que solo ella percibió. Una satisfacción callada. Un control confirmado.
—¿Bajo las condiciones discutidas? —preguntó, con esa voz que siempre parecía saber más de lo que decía.
Isabela asintió con lentitud.
—Compartiremos residencia. Protegerás mi nombre… y yo haré lo necesario para asegurar el tuyo. Sin mentiras, sin romanticismos. Solo lo justo.
Gabriel inclinó la cabeza,