CAPÍTULO 164. La otra cara de la moneda.
Capítulo 164
La otra cara de la moneda.
La mañana llegó una claridad fría que no prometía consuelo, solo funcionalidad. Silvio se levantó antes del alba, el cuerpo pesado como si la noche hubiera dejado un manto de plomo sobre sus hombros.
Se quedó un rato sentado en la orilla de la cama, en la penumbra de la pequeña habitación donde había dormido con Valeria, viendo las sombras que se dpibujaban en la pared. La cercanía de anoche no era un recuerdo cómodo; era una factura que aún no sabía cómo pagar.
No había ruido en la casa. Valeria dormía con la respiración suave, la cara apaciguada por primera vez en días. Silvio la observó un poco inquieto, temeroso de que se les hiciera costumbre esa situación.
Se vistió despacio, recogió en silencio la ropa tirada, limpió los restos de la cena y se fue sin despertarla. Antes de salir, le dejó una nota breve junto a la mesa de centro:
》Estaré cerca para cuando me necesites. Mantente tranquila.
Al volver al penthouse, el día ya se había puesto