En la mansión Salvatierra, Juan Carlos, se desvivía por Isabella, siempre tenía una sonrisa para ella, palabras cariñosas, la trataba como a su princesa adorada, pero como casi siempre pasa, no todo era miel sobre hojuelas, entre ellos había dos amantes que no permitían que se volvieran a unir
Uno de ellos era Valentino, Isabella no iba a olvidarse de lo que sentía por él, no podía aunque lo intentara, ella sabía que no podían volver a estar juntos, mucho menos ahora que estaba embarazada, ella no iba a entregarles a su hijo, prefería mantenerse oculta hasta que el bebé naciera y que el padre del niño no se enterrara nunca de su nacimiento
— Por otro lado, se encontraba la hermosa Tatiana, la asistente y secretaria de Juan Carlos, después de que despidiera por obvias razones a su anterior asistente y que ella le gritara delante de todos que se iba a arrepentir por haberla echado
Hizo entrevistas para contratar una asistente nueva, solo que está vez no volvería a cometer los mismos erro