Nina
- Vamos, Nina. Aún no te has dado cuenta, pero estás completamente enamorada de tu marido. - La miro perplejo.
- ¿Te has vuelto loca?
- ¿Me he vuelto loca? - Se ríe a carcajadas. - Llevo una hora escuchándola quejarse. Thor esto, Thor lo otro. ¿Y desde cuándo tomas partido en una guerra de drogas? Admítelo, estás haciendo todo esto por amor a él.
- ¡No lo hago! - rebato exasperada.
- De acuerdo. Me voy, pero antes de irme te dejaré algo en lo que pensar. ¿Hasta dónde llegarás por el dueño de Hill Sparrowhawk?
¡Hijo de puta! La zorra lanzó la bomba y se limitó a salir de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. ¿Hasta dónde llegaría yo? Mi corazón se dispara violentamente, llegando prácticamente a mi garganta y me obligo a tragarlo. Seguramente iría al infierno para protegerle. Mi cuerpo tiembla ante este pensamiento y en el mismo instante me sorprendo a mí misma sonriendo al recordar algunos momentos de nosotros dos. ¿Amor? No, claro que no, pero atracción sexual, sí, puedo