thor
“Digamos que eres un traficante de drogas. No puedo contener una buena y abundante carcajada. - Es en serio. Mantienes tu monstruo interior reservado para la gente mala, pero para la gente buena, eres un príncipe.
- ¿Un príncipe?
- Eso. Un apuesto príncipe con cabello largo y desordenado, un cuerpo tatuado deliciosamente atlético y… —Se calla y se muerde el labio inferior.
- ¿Y? — La instigación.
- Sinvergüenza.
- ¿Rascal? Me río y ella sonríe.
"Muy travieso.
"¿Y eso es algo bueno?"
- ¡Muy buena!
—Hmm, debería devorarte ahora, Nina Ferraz, pero necesitamos dormir un poco o no sobreviviré la noche. Ella me mira con asombro. - ¿Que pasó? Le pregunto y beso su boca.
— Me llamaste Nina Ferraz.
- ¿No le gusto? Una pequeña sonrisa se extiende por sus labios.
- ¡Yo amé! Es como si pudiera deshacerme de la maldición de la guerra. - Respiro hondo, quitándola de mi regazo, obligándola a acostarse. Me acosté entonces, abracé su cuerpo y besé su nuca.
—No estropeemos este momento pensando en