Mundo ficciónIniciar sesiónMás tarde, cuando el banquete llegó a su fin y las estrellas comenzaron a salpicar el cielo, Nefertari regresó a sus aposentos. Ahmose ya la esperaba sentado en el diván con un papiro en las manos pero su mirada estaba fija en la puerta. Al verla se levantó de inmediato.
—Mi Princesa —dijo Ahmose, extendiendo una mano hacia ella.
Nefertari se acercó y se dejó caer a su lado, buscando su abrazo. Él la rodeó con sus brazos, y ella se acurrucó contra su pecho sintiendo el latido constante de su corazón. El cansancio del día se disolvió en la calidez de su presencia.
—¿Cómo fue el banquete? —preguntó Ahmose, besando su cabello.
—Extenuante —suspiró Nefertari—. Pero conocí a alguien interesante. Serket, una escriba del templo de Isis.
Ahmose la escuchó atentamente mientras Nefertari le relataba su conversación con Serket, la forma en que habían conectado.
—Ella me







