Valerie.
Valerie..
Valerie..
Valerie..
Miró por todos lados buscando de dónde proviene esa voz que se me hace tan conocida.
Valerie...
La silueta de una mujer apareció en mi campo de visión y con cautela comencé a caminar hacia ella, entre más me acercaba la imagen de aquella mujer se iba haciendo más clara hasta que por fin pude ver su rostro y una felicidad inexplicable se instaló en mi pecho al reconocer a aquella mujer y sin darme cuanta ya había empezado a correr acortando el espacio entre ambas y cuando por fin estuve cerca de ella no dude ni un segundo en arrojarme a sus brazos.
—Mami eres tú... ¿Cómo?— hablé balbuceando al soltarla.
—Mi niña estás tan grande y hermosa, te pareces tanto a mí— dijo observándome con amor y de verdad como extrañaba que me mirara así.
—Lo se mami, amo parecerme a ti — respondí con la voz entrecortada por el mar de sentimientos que me invade.
Ella se giro y empezó a caminar haciendo una seña para que la siguiera cosa que hice sin dudar.
La felicidad