A la mañana siguiente, Mizuki, despertó llena de energía se sentía fuerte y poderosa, pero no por los poderes transferidos por Mupi los cuales no se habían manifestado aún, era una sensasión distinta. Luego de Asearse, Salió de la habitación e iba jugando dando saltos sobre las flores que formaban los vitrales sobre la alfombra. en uno de los últimos giros escuchó pasos y se detuvo prestando atención a la oscura figura que se aproximaba por el pasillo, la pequeña sonrió al darse cuenta que se trataba de la princesa Celani, la heredera del castillo y de la que era encargada de proteger. La luz del sol colada atravez de los cristales hicieron billar el hermoso cabello rubio de la alta y esbelta chica de ojos azul real.
Celani, al ver a Mizuki le sonrió. la niña realizo una suave reverencia y la princesa ya mas cerca de ella, saludó:
—Buenos días, querida Mizuki.
—Buenos días Majestad—Contestó la joven sin dejar su reverencia.—Mizuki,