Olivia Bennett
Me despierto con todo el cuerpo dolorido, la espalda ardiendo y el tobillo punzante. Debe de haber pasado el efecto de la medicación.
Además del dolor, tengo unas ganas locas de orinar. Sin aguantar más, me obligo a levantarme, agarrándome a la cabecera.
Robert: "¿Qué haces, Liv? ¿Quieres hacerte más daño?"
Mi tío dice irritado al entrar en mi habitación con una bandeja con mi desayuno y mi medicación.
Olivia: "Iba al baño; tengo unas ganas locas de orinar".
Deja la bandeja en la mesita de noche y me ayuda a ir al baño. Cuando me siento en el inodoro, se va para darme privacidad. Hago lo que tengo que hacer y luego me cepillo los dientes, me lavo la cara y me peino, para estar más presentable.
Olivia: "Estoy lista, tío".
Abre la puerta y me ayuda a volver a la cama. Robert: Ahora tómate tu medicina y luego come todo lo que te he traído. Estos antiinflamatorios son muy fuertes, no se pueden tomar con el estómago vacío.
Olivia: Me dan mucho sueño, tío Robert.
Digo, sirvié